PSICOPATOLOGIA y GESTALT
“Que yo sepa, no se ha dado una comprensión clara y completa de la naturaleza de la locura, una concepción correcta y distinta de lo que constituye la diferencia entre lo sano y lo insano”. Shopenhauer. La escritura de este artículo deviene de un tema que desde el inicio de mi dedicación a la psicoterapia, ha llamado mi atención. La cuestión es si es necesaria la psicopatología para hacer psicoterapia, mi respuesta inicial y mi conclusión actual coinciden y es: no. Recuerdo los pensamientos paradójicos y los sentimientos encontrados que siempre me ha suscitado plantearme preguntas como las siguientes: ¿ qué es la locura?, ¿existe o no?, ¿qué actitudes toman las sociedades ante ella?. Hoy todavía me fascinan estas cuestiones, y por esta fascinación me animo a reflexionar y escribir sobre ello. La locura hoy
llamada trastorno mental es el objeto de estudio de Estas definiciones se comparten en los medios profesionales de la salud, la educación, lo social, y se imparten en los entornos académicos correspondientes; toda persona que atiende a otra con un trastorno psicológico, sea cual sea la profesión académica relacionada que ejerza, está imbuida por estos criterios básicos para enfocar la atención y el tratamiento oportunos. Es en el ámbito de nuestra cultura occidental donde se inscriben estas premisas y desde las que se implantan los sistemas de salud psicológica y se dictan las normas sociales sobre lo que es sano y lo que es “loco”. Entre ellas, las relativas a manuales de diagnóstico y clasificación de los trastornos, y las líneas de orientación al tratamiento psicoterapéutico que se realiza en medios institucionales. Para los
terapeutas que trabajamos desde el marco de la terapia Gestalt necesitamos
conocer Por mi parte
prefiero considerar los problemas
psicológicos como experiencias y vivencias personales, que en un momento dado, corresponden a un proceso de adaptación a
una situación intrapsíquica, interrelacional
y/o situacional que cambia y obliga a que la persona cambie su estructura
psicológica previa y organice una diferente, tales como cambios biológicos,
de crecimiento, de maduración, de crisis, etc.. De esta manera lo afrontan
los teóricos y prácticos de la Gestalt, así como, los que comparten los
paradigmas del Humanismo y de Por tanto un problema psicológico (o trastorno psicológico) es un proceso de cambio psicológico personal. Desde el entendimiento de la Gestalt consideramos los problemas psicológicos como una forma de percepción parcial, desenfocada o débil de la realidad actual, relacional y social de la persona que lo sufre; o lo que es lo mismo, una falla de la atención. En general todos los autores de escritos y por extensión los profesionales de la psicoterapia Gestalt, solemos considerar a estas situaciones como manifestación de neurosis (trastorno psicológico no psicótico), con intensidades y magnitud de grados diferentes que marcan la gravedad, mayor en los trastornos psicóticos, en los que también hemos de considerar desequilibrios tempranos en el desarrollo evolutivo o de crecimiento. Desde este
enfoque, el desarrollo de una psicopatología gestáltica o cuerpo de investigación con otra
nomenclatura afín, es incipiente y se realiza en comunidades profesionales
similares a la de nuestra asociación; por lo que su resonancia es de alcance
minoritario, si bien, contamos con numerosas estrategias de diagnóstico y
enfoques de tratamiento que comparten los principios y definiciones de En mi práctica profesional habitual, me gusta considerar los estados psicológicos a la luz de diferentes propuestas explicativas. Todas ellas tienen en común que no consideran los problemas psicológicos como una enfermedad médica que afecta a la persona; sino que realizan una descripción de su dinámica psicológica interna y externa en el estado dado en que se encuentran, y los factores que contemplan son múltiples, el enfoque es multifactorial y consideran la movilidad y el cambio orientados al equilibrio homeostático (el estado más beneficioso para la persona). Veamos algunas consideraciones. Según Fritz Perls, el estado de salud se caracteriza “por un proceso de constante homeostasis interna del organismo, considerado como un todo, en el que el cuerpo es el aspecto visible de la personalidad, y la mente una serie de funciones, tales como la atención, que facilitan la relación sujeto – objeto - ambiente. Y de ajuste externo a las condiciones fluctuantes del medio físico y social. Esto ocurre a lo largo del ciclo de la experiencia, o de satisfacción de las necesidades, o de autorregulación del organismo”. Cuando se interrumpe el ciclo de la experiencia, se acumulan experiencias inconclusas. La interrupción se produce por las resistencias, bloqueos o defensas psicológicos (negación, introyección, proyección, desenergetización, retroflexión, deflexión, proflexión, confluencia, egotismo, etc.), también denominados estilos de afrontamiento en otras corrientes psicológicas. También, para Perls “el origen de la neurosis es el mecanismo de proyección, la proyección parcial como bloqueo del flujo del darse cuenta y fuente de la neurosis, frente a la proyección total que alimenta la creación artística, al identificarse la persona con su obra o con su héroe”. Esto nos indica una pauta de diagnóstico y evaluación: A ) Interrupción del ciclo de la experiencia. Para la que contamos con herramientas tales como el Test de H. Salama. Otra pauta que se deriva de esta afirmación es la de: B ) Identificación con su obra o con su héroe. Que para aproximarnos a este conocimiento tenemos el Relato Mítico, tal como lo plantea J.J. Díaz. Parafraseando al filósofo y analista Michel Foucault, “El cuerpo está moldeado por una gran variedad de regímenes distintos entre sí; es desgastado por los ritmos del trabajo, el reposo y las vacaciones; es envenenado por la comida o los valores, a través de la ingestión de hábitos o leyes morales; genera resistencias”. O lo que es igual, interesa conocer cómo es el universo de valores en el que estuvo, está y quizá esté inmersa una persona, y que bloqueos impiden el flujo de su dinámica perceptiva y psicológica. Una nueva pauta para el diagnóstico y la evaluación: C ) Qué valores conforman las actitudes de una persona. Podemos responder esta cuestión con el Inventario de Valores de R.S. Hartman. Si consideramos la parálisis que produce la acumulación de experiencias inconclusas, podemos considerar la locura como parálisis de la expresividad personal, distinta de la locura como atrevimiento a innovar y cambiar. De esta
circunstancia nace una pauta más: D ) Cómo es la
expresividad personal. Podemos aplicar Además, nos interesa reconocer la etapa de desarrollo o el estadio existencial en el que se encuentra la persona en el momento en que vive la problemática psicológica. Así pues, otra pauta: E )
Momento existencial. Contamos con el Test de Si queremos revisar la biografía personal y rastrear las experiencias inconclusas que funcionan como bloqueos de la percepción en el momento presente, o los déficits del desarrollo. Es decir, la pauta de: F) Profundizar en el pasado,
reconocer la génesis del carácter y la personalidad. Contamos con el
conocimiento del Eneagrama, según lo desarrolla C.
Naranjo. Y en su vertiente corporal y psicosomática, con Por último, y aun y cuando la lista podría ser más amplia, considero el problema psicológico como un conflicto, es decir se genera una gran tensión al vivir los opuestos como excluyentes uno del otro, y al decidir incluso se rechaza la existencia de una de las polaridades. Así considero la pauta de la: G) Vivencia de unidad o integración desde la que se percibe el todo orgánico e intuitivo. Para descubrir las tendencias que subyacen al estilo de la elección y exclusión personal (polaridades en conflicto), contamos con el Test de los Colores, de M. Lüscher. Otro aspecto
fundamental en Aquí, la pauta
es la del F) Desarrollo de la creatividad, por la que se gana en amplitud
vital, placer y satisfacción. Para facilitar este desarrollo trabajo con
técnicas que favorecen la fluidez en la expresión automática personal, tales
como: el Trazo y Queda por
tanto, que manifieste mi opinión sobre
la necesidad de crear más cuerpo teórico que perfile una alternativa a
la denominada psicopatología, sin caer en sistemas
clasificatorios; para que También, expresar mi convicción de que el estudio
pormenorizado de todos estos métodos de evaluación y descripción de estados
psicológicos, así como de otros
diferentes y posibles, aportan un acervo valioso e imprescindible para la caja de
herramientas de los practicantes de
“El arte nos enseña que hay verdades constantes en
lo que respecta a las formas. Esta expresión objetiva puede aparecer
modificada ante nuestro punto de vista subjetivo, y no es por eso menos
verdadera”. P. Mondrian. NOTAS PARA LOS RECUADROS: Pg. 1 : Para hacer psicoterapia Gestalt no se necesita la psicopatología. Pg. 2 : Un problema psicológico (o trastorno psicológico) es un proceso de cambio personal. Pg. 3 : Para Perls, el estado de salud se caracteriza “por un proceso de constante homeostasis interna del organismo, considerado como un todo, en el que el cuerpo es el aspecto visible de la personalidad, y la mente una serie de funciones, tales como la atención, que facilitan la relación sujeto – objeto – ambiente”. Pg. 4 : Podemos considerar la locura como parálisis de la expresividad personal, distinta de la locura como atrevimiento a innovar y cambiar. Pg. 5 : El estudio
pormenorizado de todos estos métodos de evaluación y descripción de estados
psicológicos, aportan un acervo valioso e imprescindible para la caja de
herramientas de los practicantes de RESUMEN DEL ARTICULO: La psicoterapia Gestalt y por extensión los practicantes de este estilo de terapia necesitamos de la psicopatología clínica en forma relativa, si se interviene en entornos institucionales. En el marco terapéutico del gabinete sólo necesitamos describir, determinar o diagnosticar el estado de equilibrio de la dinámica psicológica en que se encuentra la persona en un momento dado; así como, evaluar el cambio derivado de la terapia. Para ello contamos con los principios gestálticos, humanistas y transpersonales.
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Maribel GOMEZ SANJUÁN |